Un complemento muy adecuado para una tosta con solomillo de cerdo a la plancha, sobre queso de cabra rellenando una mini-tartaleta, para los kaesespaetzle, acompañando una brocheta de pechuga de pollo, con foie…Se necesita un poco de tiempo porque se cuece a fuego lento pero se puede preparar con antelación y conservar tapada en la nevera.
- 500 g cebollas
- 1-2 cucharadas de azúcar moreno
- 2 cucharadas de coñac, oporto, Pedro Ximénez o vinagre de Módena
- 1 cucharada de aceite de oliva o mantequilla
Cortar las cebollas peladas en juliana fina.
Pochar con el aceite, o mejor con mantequilla, en una sartén a fuego lento.
Añadir el azúcar y el vino y dejar caramelizar a fuego muy lento hasta que se evapore el líquido.
La cebolla deberá estar oscura y cubierta por una capa líquida de caramelo.