Un sitio singular al que acudir para comprar ese producto de chocolate que nos va a hacer quedar de órdago: http://www.oriolbalaguer.com/
Anoche, tras una cotidiana cena de martes, mi hijo nos sorprendió con un postre espectacular. La idea era agasajarme en el Día de la madre y, como nos pillaba de viaje, mis dos «niños» la de Londres y el de Madrid, se compincharon como de costumbre para encargar una tarta en Oriol Balaguer con la idea de celebrarlo más tarde.
La tarta es la Paradigma, con 8 texturas de chocolate: la más exquisita tarta de chocolate que he probado. Para mi gusto supera a la de Paco Torreblanca, que en su día fue un descubrimiento que dejó en pañales a la tarta Ópera de la pastelería Mallorca que a su vez… Eso sí, el precio también es para gourmets.
Si tengo que describir mi Día de la madre ideal, no necesito postres. Tampoco los desdeño :-). Lo único indispensable es tener a mis hijos y al padre de las criaturas conmigo. Pero hay veces en que los hijos, que cada vez se van a vivir más lejos y trabajan más de lo razonable, no pueden darnos el deseado beso en persona. Es lo que pasó este año con Paloma aunque, gracias a nuestro viaje, el día pasó más desapercibido. O eso creía yo hasta anoche.
El chocolate no sirve para llenar el hueco de un hijo. Pero el sentimiento se endulza, por usar una palabra acorde, cuando ves que tu «hueco» se preocupa tanto por hacerte saber que está pendiente de ti.
Cuando tienes a tus hijos lejos hay momentos de sentimientos encontrados y, al mismo tiempo que te sientes feliz por ellos, el egoísmo se hace patente cuando te encuentras preguntándote el porqué de una educación tan internacional, el porqué de animarlos a vivir donde les guste, el porqué.
Afortunadamente, hay otros momentos en que esas nostalgias son superadas al compartir la alegría de sus éxitos. O, como en este caso, cuando ves que siguen intentando «estar» aunque sea representados por una tarta de chocolate. LA tarta de chocolate.
En esos momentos me pregunto si supe hacer llegar a mis padres mi mensaje de cuánto los quería, de cuánto los sigo queriendo. Y sin darme cuenta me encuentro tarareando mentalmente el Gracias a la Vida de la compositora chilena Violeta Parra, aquí en la versión de Mercedes Sosa
Gracias a la Vida que me ha dado tanto. me dio dos luceros con los que distingo el negro del blanco…
Tengo que confesar que lo que me gusta realmente de hacer repostería y estas cosas dulces deliciosas es poner la cocina patas arriba de ingredientes, batir, medir y sobre todo probarrrr!!! Pero no puede ser todo rico y poco bonito, sabemos que «todo entra por los ojos», asà que poco a poco he ido mejorando mis decoraciones y aprendiendo a teñir el chocolate y que no se quede tieso como una roca. En fin que no me enrollo más y para empezar con esta aventura literaria repostera, les dejo la receta de la tarta de chocolate que hice para las cakepops. La saqué de un libro de la fantástica «Bakerella», lo compré a través de amazon.com hace unos meses, está en inglés pero aquí les dejo las medidas en español.
Totalmente de acuerdo, Jeanie: un montón de cacharros en el fregadero. la encimera pringada y, lo mejor, ese apetitoso olorcillo que desde el horno va pasando a impregnar todo el ambiente de nuestra cocina mientras la reconstruimos. Es una pena pero ¡no encuentro tu tarta!!!