Las Fallas de Valencia, los suntuosos trajes de valenciana, con el moño y los rodetes engalanados por peinetas y agujas; la luz tan especial de Valencia, el color, el ruido, el olor a pólvora…Y entre falla y falla, para reponer fuerzas, unos buñuelos de calabaza, acompañando o no al chocolate a la taza
Al ver las Fallas en la tele, desde Madrid, recordé que hace mucho que no hacemos buñuelos. Como siempre que pienso en cocinar algo especial, decidí esperar a hacerlos con mis hijos en casa. La receta ya la tengo a mano, en Semana Santa caen seguro. Es una alternativa a las torrijas, aunque seguro que también tendremos que preparar alguna.
Mis mejores buñuelos: los que comimos en una de nuestras visitas a la familia en Petrel (actualmente Petrer).
Tras el habitual recorrido de visitas a primos paternos, mi prima Mª Salud y sus padres nos esperaban para cenar en su casa en el campo. Como postre, su madre había preparado la masa y, ayudada por la mía, fríe que fríe prepararon una rebosante fuente de buñuelos de los que entre risas y anécdotas no quedó ni uno. Recuerdos tan gratos convirtieron aquellos buñuelos en insuperables, quizás es por lo que no hemos vuelto a probar otros como aquéllos.
La receta que yo tengo es ésta aunque la tendré que contrastar un día de éstos con mi prima…
Ingredientes:
- 250 g. harina
- 200 g. crema de calabaza
- 120-150 ml de agua templada
- 20 g. de levadura prensada o liofilizada
- una pizca de sal
- una cucharada de azúcar
- canela en polvo
- aceite
- más azúcar para espolvorear.
Preparación:
- Pelar la calabaza y cortarla a cubos poniéndola a cocer con un poco de agua a fuego lento hasta que resulte tierna. Si tenemos cardamomo (especia) podemos poner dos granos. Escurrimos y la trituramos con la batidora hasta obtener una crema espesa.
- Mezclar con una espátula el agua con el azúcar, la sal y añadir la levadura y la crema de calabaza (ojo que no esté caliente para que no afecte a la levadura). Una vez mezclado añadimos poco a poco la harina hasta obtener la textura de una papilla espesa
- Dejar fermentar hasta que duplique su tamaño, una media hora. remover un poco con la espátula para sacar el aire
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Si vamos a hacer los buñuelos a mano, es el momento de ir formando como rosquillas, con los dedos mojados en agua, echándolos a la sartén con el aceite bien caliente hasta que estén dorados. Para sacarlos lo mejor es utilizar un palito, para no coger aceite
- Una vez templados los rebozamos en azúcar o mezcla de azúcar y canela y se comen fríos
- Hay también moldes como el de la foto, buñoleras. En este caso, nos facilitará el tener la masa en una jarra para verterla en el molde. La masa tendremos que dejarla un poco más fluida por lo que una vez hecha la masa tendremos que añadir un poco más de agua.
- La buñolera tiene que estar caliente para que no se pegue la masa, por ello conviene meterla en el aceite mientras se está calentando. Levantamos la buñolera y vertemos en ella la masa, al introducirla en el aceite saldrá el buñuelo al aceite y volvemos a repetir.
La foto de los buñuelos procede de aquí. Cuando los haga, pondré foto propia.